¿México moment?; ¿viene la dolariza?

El gobierno mexicano observa con optimismo el panorama económico nacional.

Anticipa una enorme ventana de oportunidad, con el reacomodo de las fuerzas económicas internacionales y la relocalización de empresas o nearshoring.

México estaría en la antesala de un momento cumbre en su historia económica, comparable con aquel, cuando decidió abrir su economía y firmar el Tratado de Libre Comercio Norteamericano.

En esa visión, la economía mexicana está recibiendo ya y comenzará a recibir cuantiosos volúmenes de inversiones extranjeras directas.

En el gobierno y en el sector privado, se transpira optimismo, a pesar de que en lo que va del sexenio la economía no sólo no ha crecido; ha decrecido.

El optimismo es por lo que viene. Por lo que anticipan que vendrá y lo que ya está ocurriendo.

A pesar de que todavía no se descarta por completo una recesión en EU y que, en el mejor de los casos se registrará una desaceleración económica en ese país, las autoridades financieras nacionales no están preocupadas.

El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, descarta la posibilidad de una recesión económica en México.

El responsable de las finanzas públicas, dice que de diciembre a marzo mejoraron las expectativas de la economía de 2 a 2.6% por lo que mantiene la meta del 3%, aunque será en abril próximo en la presentación de los pre Criterios de Política Económica, cuando decida si ajusta su estimado de crecimiento.

La gobernadora de Banxico, Victoria Rodríguez Ceja, en días pasados, también descartó una recesión en el país.

La secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, a pesar de las amenazas de pleitos comerciales de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá con México, prevé que en breve llegue la dolariza del nearshoring.

Luego de su visita en Chihuahua, a distintas empresas, dijo que en breve se concretará una inversión por 2 mil millones de dólares, aunque no dijo de quién.

En la iniciativa privada. Al menos en un sector, tienen una percepción similar.

El CEO de Citibanamex, Manuel Romo, el viernes pasado, dijo textualmente, “si en algún momento podemos hablar de un Mexico Moment, es justo ahora”.

Lo comparó con dos capítulos de la historia. Cuando México adoptó el modelo de sustitución de importaciones y logró el periodo conocido como: desarrollo estabilizador. Y cuando México se adhirió al TLCAN.

Es un optimismo exultante el que se registra en el ámbito gubernamental y en algunos sectores privados.

Sí hay elementos para el optimismo. La semana cerró con una notable apreciación del tipo de cambio del peso frente al dólar.

El peso fortachón o súper peso, se apreció la semana pasada 2.53% o 46.5 centavos y cotizó en 17.95 pesos por dólar. Rompió la barrera de los 18 pesos por dólar.

El fortalecimiento del peso se registró justo después de que Tesla, la empresa automotriz más valiosa del mundo, que comanda el controvertido empresario Elon Musk, confirmó su deseo de invertir en Santa Catarina, Nuevo León, México.

El empresario no reveló cuánto invertirá pero la subsecretaria de Asuntos Multilaterales de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Martha Delgado, aseguró, a través de un video de Twitter, que la inversión para la giga factory de Tesla en México podría superar los 5 mil millones de dólares.

Pero también hay elementos de preocupación.

Entre los analistas económicos, aunque hay una mejoría en sus perspectivas económicas, todavía son más discretas respecto de las oficiales.

Lo que preocupa, en la cristalización de las positivas perspectivas, es la gobernanza.

La última encuesta entre los analistas económicos que consulta Banxico identifican a la gobernanza como el principal obstáculo al crecimiento económico.

Entre estos factores de gobernanza, destacan la inseguridad y la incertidumbre política interna, problemas de falta de Estado de Derecho, impunidad y corrupción. El conjunto, puede obstaculizar el crecimiento económico de México.

De las condiciones económicas internas consideradas en la encuesta están la ausencia de cambio estructural en México; incertidumbre sobre la situación económica interna; falta de competencia y debilidad de mercado.

En el ámbito político México está registrando un marcado stress con el denominado Plan B que representa un retroceso histórico en materia democrática.

Lo deseable sería que el gobierno mexicano desista de esa intención política, cambien sus políticas económicas basadas en criterios ideológicos y resuelva el problema de la inseguridad.

Con eso, se podría aprovechar al máximo el nuevo “Mexican Moment”. Pero se ve poco probable . Al tiempo.

Deja un comentario